sábado, 4 de febrero de 2017


Querido: 

Perdóname por pensarte todavía, pero a medida que pasan los días me es aún más difícil sacarte de mi cabeza. Probablemente estés bien, tranquilo, disfrutando con tus amigos y lo más seguro es que de mí ya ni te acuerdes.
Hay días en que creo haber conseguido sacarte de una vez por todas de mi cabeza, pero vuelven a mí los recuerdos. A veces encuentro injusto pensarte tanto, porque honestamente me duele, y más que la cresta, pero nada puedo hacer, tú no tienes la culpa, sufrir es algo que yo escogí y simplemente debo vivirlo.
Hace unos días tomé la decisión de escribir todo lo que siento dirigido a ti, no con la intención de que tú te enteres, si no, como una terapia solo para olvidarte, o para liberar toda esta rabia, pena y angustia que tengo. 
Lamento tanto toda esta situación, no sé lo que hice mal y probablemente nunca, nunca lo voy a saber.
Recuerdo esas horas y horas hablando de todo, cambiando los temas de conversación, como si en algún momento nos faltaran minutos para contar nuestras vidas, hacer preguntas y conocernos un poquito más. Fue demasiado corto el tiempo que estuviste en mi vida, y eso genera un enorme vacío en mí, yo sé que faltó mucho para enamorarme de ti, y sinceramente te agradezco que fueras honesto conmigo y dijeras lo que realmente sentías, para que yo no me siguiera ilusionando.
He intentado hacer lo que me dijiste, mantener mi cabeza ocupada en otras cosas y la verdad es un poco difícil, pero por ratos lo he conseguido. Hay hermosos momentos en los que desapareces por completo de mi cabeza y es como si jamás hubieses existido. 
No sé qué parte tocaste en mí, que llegaste tan a fondo y provocas esto, una bola de recuerdos y sentimientos que ni yo se descifrar, no los comprendo, porque si lo hiciera hace rato ya hubiese conseguido olvidarte.
Tanto quise tenerte conmigo, tantas ganas de verte, sentirte, y tu olor, sabes que me mata, no sé por cuanto tiempo seguiré reconociendo tu perfume cuando paso por el lado de un hombre.
 Es como tenerte a mi lado por momentos mucho más pequeños que un segundo, cuando pasa cierro los ojos y pienso en ti, como una imagen fija grabada en mi cabeza.
Hay días que lloro y otros no, depende de que tan sola me sienta, mis amigas dijeron que te busco, o que busco una réplica tuya, algo similar a ti, ya sabes. No creo que lo necesite, no quiero enamorarme de alguien que es igual a ti, quiero enamorarme de ti, pero ya perdí la esperanza, y sé que tú jamás sentirás por mi lo que yo siento por ti.
Si algún día lees esto, espero que sean muchos años después, o que al menos mis sentimientos hacia ti hayan cambiado.

Hoy como todas las noches me voy a la cama con la angustia que tenía el día que volviste, tenía miedo que algo te pasara en el camino y que todo lo que había soñado se desvaneciera. Mañana será otro día, despertaré con la misma sensación, me confunde y me hiere, pero no sé cómo arrancarlo, y a momentos siento que me acostumbro más a ella. 

 atte: Una mujer desdichada