Querido:
Perdóname por pensarte todavía, pero a medida que
pasan los días me es aún más difícil sacarte de mi cabeza. Probablemente estés
bien, tranquilo, disfrutando con tus amigos y lo más seguro es que de mí ya ni te acuerdes.
Hay días en que creo haber conseguido sacarte de una
vez por todas de mi cabeza, pero vuelven a mí los recuerdos. A veces encuentro injusto pensarte tanto, porque honestamente me
duele, y más que la cresta, pero nada puedo hacer, tú no tienes la culpa,
sufrir es algo que yo escogí y simplemente debo vivirlo.
Hace unos días tomé la decisión de escribir todo lo
que siento dirigido a ti, no con la intención de que tú te enteres,
si no, como una terapia solo para olvidarte, o para liberar toda esta rabia,
pena y angustia que tengo.
Lamento tanto toda esta situación, no sé lo que hice
mal y probablemente nunca, nunca lo voy a saber.
Recuerdo esas horas y horas hablando de todo, cambiando
los temas de conversación, como si en algún momento nos faltaran minutos para
contar nuestras vidas, hacer preguntas y conocernos un poquito más. Fue
demasiado corto el tiempo que estuviste en mi vida, y eso genera un
enorme vacío en mí, yo sé que faltó mucho para enamorarme de ti, y sinceramente
te agradezco que fueras honesto conmigo y dijeras lo que realmente sentías,
para que yo no me siguiera ilusionando.
He intentado hacer lo que me dijiste, mantener mi
cabeza ocupada en otras cosas y la verdad es un poco difícil, pero por ratos lo
he conseguido. Hay hermosos momentos en los que desapareces por completo de mi
cabeza y es como si jamás hubieses existido.
No sé qué parte tocaste en mí, que llegaste tan a
fondo y provocas esto, una bola de recuerdos y sentimientos que ni yo se
descifrar, no los comprendo, porque si lo hiciera hace rato ya hubiese conseguido olvidarte.
Tanto quise tenerte conmigo, tantas ganas de verte,
sentirte, y tu olor, sabes que me mata, no sé por cuanto tiempo seguiré
reconociendo tu perfume cuando paso por el lado de un hombre.
Es como tenerte a mi lado por momentos mucho más
pequeños que un segundo, cuando pasa cierro los ojos y pienso en ti, como una
imagen fija grabada en mi cabeza.
Hay días que lloro y otros no, depende de que tan
sola me sienta, mis amigas dijeron que te busco, o que busco una réplica tuya,
algo similar a ti, ya sabes. No creo que lo necesite, no quiero enamorarme de
alguien que es igual a ti, quiero enamorarme de ti, pero ya perdí la esperanza,
y sé que tú jamás sentirás por mi lo que yo siento por ti.
Si algún día lees esto, espero que sean muchos años
después, o que al menos mis sentimientos hacia ti hayan cambiado.
Hoy como todas las noches me voy a la cama
con la angustia que tenía el día que volviste, tenía miedo que algo
te pasara en el camino y que todo lo que había soñado se desvaneciera. Mañana
será otro día, despertaré con la misma sensación, me confunde y me hiere, pero
no sé cómo arrancarlo, y a momentos siento que me acostumbro más a ella.
atte: Una mujer desdichada