jueves, 11 de mayo de 2017

Quédate conmigo




      Quédate un minuto más a mi lado y que no se fije el tiempo que aún enredamos nuestras manos, que la única razón por la que quiero permanecer contigo es para poder apreciar tus ojos solo un minuto más.

No me digas que te marchas, no me digas que hay cosas más importantes que debes hacer, porque para mí no hay razón más poderosa que ese montón de pestañas crespas que se sostienen sobre tus ojos. Ese par de ojos cafés que brillan al instante que se asoman tus dientes, cuando se dibuja una sonrisa en tu rostro…Como amo esa sonrisa, pasajera e impetuosa.
Lléname de miedo y a la vez inúndame de seguridad, provoca incertidumbre y confianza en mi pecho, haz que me ahogue con tu ternura y pregunta una vez más si te quiero.
¡Uf! Como te quiero.
Si tuviese que mencionar tres motivos para permanecer a tu lado serían; la tranquilidad que me ofreces, la lluvia de besos que me das en el cuello y la pena que me invade en el momento que tu cuerpo se aleja del mío.
Rodea con tus brazos mi cintura, no me dejes escapar, ahógame y luego suéltame, deja que respire una vez más, presiona fuerte mi pecho, quiero sentir que estás aquí, conmigo, que estás aquí para quererme, para llenar con tus besos mi cuerpo.
De prisa que el tiempo se escapa, ¿por qué será que vuelan las horas cuando estoy contigo? ¿Por qué el mundo se congela a nuestro alrededor?, ¿para no vernos?, ¿para no ser cómplice de la manera en la que me comprometo cuando digo que te quiero? porque no te pienso perder, no me quiero alejar de ti, si te vas caerá mi vida en una enorme y profunda soledad, llena de pesar y melancolía.
Recuéstate cinco minutos a mi lado, besa mi rostro y luego te marchas cuando ya mis ojos se hayan cerrado, cuando no vean tu partida, cuando no puedan expresar ni sentir dolor.
¿A veces te preguntas que tan grande es el cariño que siento por ti?
Demasiado para el poco tiempo que llevas en mi vida, y honestamente me asusta…
Te seguiría queriendo aunque te encuentres a cientos de kilómetros de distancia, te seguiría queriendo sin libertad, te seguiría queriendo aunque tu cuerpo pierda autonomía, hasta que nuestros cabellos se vuelvan cenizas, hasta que nuestros rostros pierdan rigidez, hasta que tu corazón deje de sentir, hasta que el oxígeno se vaya de mi cuerpo, te seguiría queriendo aunque un día tus labios no digan lo mismo.
Déjame rozar tu espalda con la mano, deja que toque una vez más la frontera entre tu columna y la pelvis, deja que respire sobre tu piel, deja posar mis labios en tu espalda y permite que recorran tu cuerpo insubordinados y licenciosos.
No hay motivo para dejar de quererte, no hay motivo para alejarme de ti y no existe absolutamente nada que me impida sentir todo lo que siento cuando estás a mi lado, esta locura, esta seguridad, esta calma, este enorme cariño.  

Resultado de imagen para dibujos amor a color
Abrázame por ahora y vivamos este momento, disfrutemos la serenidad, disfrutemos que por hoy perdimos el raciocinio y nos encontramos sumergidos en la locura, disfrutemos que estamos despiertos, disfrutemos que tenemos libertad y disfrutemos que nuestros cuerpos por fin se encontraron. No te marches jamás.  

sábado, 4 de febrero de 2017


Querido: 

Perdóname por pensarte todavía, pero a medida que pasan los días me es aún más difícil sacarte de mi cabeza. Probablemente estés bien, tranquilo, disfrutando con tus amigos y lo más seguro es que de mí ya ni te acuerdes.
Hay días en que creo haber conseguido sacarte de una vez por todas de mi cabeza, pero vuelven a mí los recuerdos. A veces encuentro injusto pensarte tanto, porque honestamente me duele, y más que la cresta, pero nada puedo hacer, tú no tienes la culpa, sufrir es algo que yo escogí y simplemente debo vivirlo.
Hace unos días tomé la decisión de escribir todo lo que siento dirigido a ti, no con la intención de que tú te enteres, si no, como una terapia solo para olvidarte, o para liberar toda esta rabia, pena y angustia que tengo. 
Lamento tanto toda esta situación, no sé lo que hice mal y probablemente nunca, nunca lo voy a saber.
Recuerdo esas horas y horas hablando de todo, cambiando los temas de conversación, como si en algún momento nos faltaran minutos para contar nuestras vidas, hacer preguntas y conocernos un poquito más. Fue demasiado corto el tiempo que estuviste en mi vida, y eso genera un enorme vacío en mí, yo sé que faltó mucho para enamorarme de ti, y sinceramente te agradezco que fueras honesto conmigo y dijeras lo que realmente sentías, para que yo no me siguiera ilusionando.
He intentado hacer lo que me dijiste, mantener mi cabeza ocupada en otras cosas y la verdad es un poco difícil, pero por ratos lo he conseguido. Hay hermosos momentos en los que desapareces por completo de mi cabeza y es como si jamás hubieses existido. 
No sé qué parte tocaste en mí, que llegaste tan a fondo y provocas esto, una bola de recuerdos y sentimientos que ni yo se descifrar, no los comprendo, porque si lo hiciera hace rato ya hubiese conseguido olvidarte.
Tanto quise tenerte conmigo, tantas ganas de verte, sentirte, y tu olor, sabes que me mata, no sé por cuanto tiempo seguiré reconociendo tu perfume cuando paso por el lado de un hombre.
 Es como tenerte a mi lado por momentos mucho más pequeños que un segundo, cuando pasa cierro los ojos y pienso en ti, como una imagen fija grabada en mi cabeza.
Hay días que lloro y otros no, depende de que tan sola me sienta, mis amigas dijeron que te busco, o que busco una réplica tuya, algo similar a ti, ya sabes. No creo que lo necesite, no quiero enamorarme de alguien que es igual a ti, quiero enamorarme de ti, pero ya perdí la esperanza, y sé que tú jamás sentirás por mi lo que yo siento por ti.
Si algún día lees esto, espero que sean muchos años después, o que al menos mis sentimientos hacia ti hayan cambiado.

Hoy como todas las noches me voy a la cama con la angustia que tenía el día que volviste, tenía miedo que algo te pasara en el camino y que todo lo que había soñado se desvaneciera. Mañana será otro día, despertaré con la misma sensación, me confunde y me hiere, pero no sé cómo arrancarlo, y a momentos siento que me acostumbro más a ella. 

 atte: Una mujer desdichada